“Espero que tenga éxito”. Al igual que David, refugiado en un campo de Puerto Príncipe, los haitianos desean que su nuevo primer ministro, Garry Conille, saque al país de la profunda crisis que sufre aunque mantienen la cautela ante la magnitud de la tarea que le espera.
Tras semanas de conversaciones, el consejo presidencial de transición nombró el martes a Conille como primer ministro interino de Haití.
Este médico de formación, que ya fue primer ministro durante un breve periodo entre 2011 y 2012, era hasta ahora director regional de Unicef.
Conille debe hacer frente a una tarea monumental: tratar de sacar a Haití, asolada por las pandillas, de su profunda crisis política, de seguridad y humanitaria para allanar el camino para la organización de elecciones, las primeras desde 2016.
“Tiene mucho trabajo por delante”, resume el antropólogo Vermont Saintyl. Y “una responsabilidad hacia la nación porque debe servir a un consejo presidencial que no fue elegido por el pueblo, sino impuesto por la comunidad internacional”.
Saintyl se refería a las negociaciones entre funcionarios haitianos y varios países y organizaciones, en particular la Comunidad del Caribe, que resultaron en el establecimiento de autoridades de transición tras la renuncia del controvertido primer ministro Ariel Henry.
Para el profesor James Innocent, Conille tiene la ventaja de “conocer” el cargo y de “tener mucha experiencia internacional”. “Ahora debe luchar para salvar el país”.
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“Tiros todos los días”
“Apoyo a todos aquellos que tienen algo positivo para el país porque yo no puedo vivir así. Oímos disparos todos los días”, dice el comerciante Mylove Similka en referencia a la violencia que perturba la vida de los habitantes de la capital, donde las bandas controlan el 80% del territorio.
Nerette Celisca, residente en Puerto Príncipe, considera que Conille es “un ciudadano honesto” que luchará “contra la corrupción”.
El primer ministro interino dijo el miércoles que se sentía “muy honrado” por el cargo y agradeció su nombramiento a la sociedad civil, a los partidos políticos y a los miembros de la diáspora.
“Juntos trabajaremos por un futuro mejor para todos los niños de nuestra nación”, escribió en criollo en X.
Estados Unidos acogió con satisfacción el jueves el nombramiento de Conille e instó al consejo de transición presidencial y al propio primer ministro a “actuar rápidamente para nombrar un gobierno inclusivo, responsable y creíble, así como un consejo electoral provisional para permitir elecciones libres y justas”.
El presidente de Kenia, William Ruto, cuyo país encabezará una fuerza multinacional para apoyar a la policía haitiana, felicitó a Conille y calificó su nombramiento como un “paso importante”.
El mandatario africano prevé que el despliegue de la fuerza de intervención comience en tres semanas, una vez se haya realizado “la evaluación acordada con la policía haitiana y los líderes haitianos”, dijo recientemente a la BBC.
Haití se encuentra sin presidente desde el magnicidio de Jovenel Moïse en 2021.
El mandato del consejo presidencial de transición finalizará a más tardar en febrero de 2026.