El Comité Olímpico Dominicano (COD) de manera oficial, se mantiene al margen de una declaración tras la renuncia de los seis dirigentes que se marcharon el pasado 9 de enero.
Una de las figuras claves dentro del proceso es el secretario general Luis Chanlatte, quien se ha mantenido alejado de los focos mediáticos ante el delicado tema.
El primer vicepresidente y segundo vicepresidente, José Manuel Ramos y Radhamés Taváez han asegurado que el problema no es Chanlatte. Francis Soto, vocal dimitente, aseguró que el secretario general es “98 por ciento” parte del problema.
Sin embargo, fuentes oficiales aseguran que con Chanlatte “nadie de los renunciantes se ha reunido” sobre la crítica situación.
Pero si es sobre la base del dirigente en cuestión en algún momento sería llamado. Chanlatte ha rehusado hablar del tema.
Según la persona con conocimiento del tema, “todo lo que sea para fortalecer el movimiento deporivo, evitar que vaya a juicio y por el bien de la participación dominicana en los Juegos Olímpicos, Chanlatte estará dispuesto a colaborar”.
Presidencia de facto
Según uno de los miembros renunciantes, los cinco miembros que quedaron mantienen un gobierno de facto del COD.
El presidente del COD, Garibaldy Bautista; el secretario general, Chanlatte; el tesorero y cotesorero, José Antonio Mera y José Miguel Robiou y la segunda vocal, Dulce María Piña permanecen como miembros del organismo aunque “de facto”, dijo uno de los dimitentes.
Al marcharse seis (además de los mencionados, el cosecretario, Jorge Blas Díaz, la segunda vicepresidenta, Irina Pérez; el cosecretario, Jorge Blas Díaz y el tercer vocal Juan Núñez), el COD queda desequilibrado en su comité ejecutivo al quedar en minoría, solo con cinco, cuando deberían ser 11, por lo que entienden que cualquier decisión que tomen no puede ser asumida, por falta de quórum.
