La División Canina K-9 de operaciones especiales de la Policía Nacional fue fundada en 1975. Sirve y presta colaboración en trabajos mancomunados, eventos multitudinarios con aporte de seguridad preventiva y servicios requeridos a nivel nacional en áreas y especialidades, como la detección de explosivos, intervención y defensa y de narcóticos. Es ahí donde ha trabajado Backer, el malinois que ha puesto fin a su movida carrera de perro policía.
Backer nació el 15 de mayo de 2016 en Estado Unidos. De la raza belgian malinois, entró a la Unidad Canina K-9 con 2 años de edad, proveniente de la Escuela American K9 Interdition de Carsville, Virginia. Está especializado en la detección de narcóticos.Tras 9 años de servicio, ha contribuido a la protección y seguridad de la ciudadanía, detectando drogas y estupefacientes por todo el país.
Comprometido con su trabajo y servicio, ha destacado como un perro leal y capacitado para dar respuestas positivas y veraces a los trabajos que lo demanden.
Su adiestramiento comenzó a los dos meses de nacer. Retirado de su madre, su capacitación comenzó con juguetes. Tanto el cabo instructor de la Policía Nacional, Nathanael Marlin Mercedes, adiestrador y entrenador, como el también guía canino de Backer, Dionis Manuel Feliz Fulcar, explicaron cómo al principio se les manipula con juegos de caza y persecución para “engrandecer los impulsos críticos del perro: cazar, olfatear, etc”.
En Backer, como en el caso de todos los canes, la detección de estupefacientes viene de la mano de un premio. Desde pequeños, se les asocia el olor del objetivo con la recompensa: pueden ser un juguetes, toallas, cuerdas o incluso comida.
Su entrenamiento activo desde temprana edad hace que tenga “mucho apresamiento a la hora de encontrar”, explica su guía Fulcar, en una visita a Diario Libre. En su historial de casos, su última actuación fue el día 3 de enero de 2024 que, acompañado de Akyn, pastor belga especializado en la detección explosivos, hallaron 3 pistolas, 2 revólveres, 1 fusil, 3 chalecos antibalas y una cantidad indeterminada de sustancias ilícitas en la avenida los Caracoles, en el municipio de Boca Chica, Santo Domingo Este.
Los perros Backer y Akyn junto a sus entrenadores y adiestradores:el cabo instructor Nathanael Marlin Mercedes (izquierda), el sargento mayor Dominguez Espinosa Joel (medio). Además del guía de Akin, Núñez. (NEAL CRUZ)
Ahora que Backer se retira de la unidad, la tradición marca que deberá quedarse con su guía. La relación de ambos es especial; la labor de Fulcar se resume en llevar a su compañero hasta el encuentro y detectar la sustancia que se busca. Además de eso, diariamente le ayuda a cumplir las funciones básicas de recreación, comer, darle cariño y aspecto. “Mi relación con Backer es muy buena”, asegura el guía.
Con las puertas de la jubilación, Backer pasará a vivir con Fulcar. Como perteneciente a la unidad canina de la Policía Nacional, el malinois se va con todos los beneficios que se le acredita: comida, medicación y un hogar que le acoge. “Van a disfrutar de su vida: juegan, descansan, ya no más trabajo”, afirma el cabo instructor.
Backer ha cumplido su función en la Policía Nacional. Ahora se retira condecorado por su significativa protección y seguridad aportada a la ciudadanía.