En respuesta a la intención del presidente Luis Abinader de desarrollar un diálogo nacional para abordar la reforma fiscal, diversos sectores han comenzado a exponer sus propuestas para ser analizadas en el proceso de evaluación y estructuración de la reforma.
Una de las más recientes es la de Edgar Barnichta Geara, especialista en derecho tributario y quien desempeñó cargos públicos en Hacienda y como asesor fiscal del Poder Ejecutivo. En un anteproyecto de ley plantea reorganizar el sistema impositivo para aliviar la carga tributaria de la clase media y de los más pobres.
El documento, titulado “Resumen, notas y anteproyecto de plan de reestructuración y actualización tributaria”, ya fue presentado al Ministerio de Hacienda, a la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y a organismos empresariales del sector privado para sus observaciones.
Entre las principales medidas propuestas se incluye la actualización del ajuste por inflación del mínimo imponible, la eliminación del impuesto sobre transferencias de bienes industrializados y servicios (Itbis) en productos de la canasta familiar y la supresión de casi todas las exenciones tributarias, excepto aquellas que benefician a los sectores más vulnerables.
“Es una iniciativa mía y fue elaborada exclusivamente por mí, como un aporte gratuito al país, con miras a proponer ideas sobre cómo mejorar nuestro régimen tributario y hacerlo más justo y menos gravoso para los pobres y la clase media, sin lesionar la inversión privada”, indicó Barnichta ayer a Diario Libre.
Observó dos aspectos que -dijo- constituyen el problema del país en materia del fisco: ingresos tributarios bajos y los gastos del Gobierno.
“Nada se consigue con incrementar los ingresos tributarios si el gobierno no reduce sus gastos a un nivel de equilibrio con sus ingresos, pues, de lo contrario, siempre tendremos déficit fiscal”, subrayó en la propuesta.
Propone impuestos provisionales y otros definitivos:
De manera provisional, incrementar a un 5 % el impuesto selectivo a los electrodomésticos y artículos de lujo. Establecer un impuesto de un 10 % a los gimnasios, eventos deportivos y culturales. Agregar una tasa provisional de hasta un 30 % para el impuesto sobre la renta para sociedades. Aumento de la tasa de presunción de renta de compañías de seguros del 10 al 12 %. Incremento en el porcentaje de depreciación deducible para incentivar la industria nacional e incorporar disposiciones sobre la deducción de gastos educativos. Incremento del mínimo imponible para impuesto sobre la renta de personas físicas de mayores ingresos de 400,000 a 700,000 pesos anuales y ajuste de las tasas por inflación. Implementación de tres categorías para el Itbis: 0 % para transferencias e importaciones de bienes naturales sin transformación; 5 % para bienes esenciales y 18 % para los demás bienes y servicios. Eliminación de casi todas las exenciones consignadas en la Ley 57-07 de Incentivo a las Energías Renovables. Eliminar el Itbis para algunos bienes y servicios, para que el monto sea sumado y gravado con el impuesto selectivo al consumo, como bebidas alcohólicas, bebidas gaseosas, telecomunicaciones y bares, restaurantes y comedores. Aplicación de una tasa del 1 % sobre inmuebles urbanos y 0.5 % sobre patrimonio rural. Reducción de exenciones tributarias a los fideicomisos y empresas del mercado de valores. Tributación de los rendimientos e intereses generados por los fondos de pensiones.
“Como puede verse, la idea es reorganizar los impuestos para hacerlos más justos y a la vez aumentar las recaudaciones, sin arriesgar al país a una inestabilidad e inseguridad, castigando a los más pobres con más impuestos, como sería, por ejemplo, ponerle Itbis a la comida básica como el arroz, las habichuelas, los plátanos, los huevos, etcétera”, consideró el experto.
