El envejecimiento en América Latina y el Caribe está ocurriendo a un ritmo acelerado.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) registra que, en 2020, más del 8 % de la población tenía 65 años o más, y se espera que este porcentaje se duplique para 2050. Actualmente, hay aproximadamente 50 personas mayores por cada 100 niños, pero se prevé que esta proporción aumente significativamente en las próximas décadas.
Además, se estima que para 2030 habrá más personas mayores de 60 años que menores de 15 años en la región y para 2050, el 80 % de los ancianos vivirán en países de ingresos bajos y medianos.
Se espera que para 2030 haya 1,400 millones de personas de 60 años o más, y que esta cifra se duplique a 2,100 millones para 2050, con un notable aumento en el número de personas de 80 años o más, que podría triplicarse.
Este rápido envejecimiento plantea desafíos importantes en términos de servicios de salud y cuidados a largo plazo, así como en la adaptación de las políticas de protección social.
En el caso específico de República Dominicana, los indicadores hablan de un aumento de la esperanza de vida al nacer, como también el crecimiento de la población de adultos mayores.
Según la Oficina Nacional de Estadística (ONE), al año 2020, los adultos mayores representaban el 7.3 % de la población en general. En el X Censo Nacional de Población y Vivienda (XCNPV) del año 2023, se informa que en el país hay un total de 10,760,028 habitantes, de estos 861,585 son envejecientes, para un porcentaje de 8 %.
Esperanza y calidad de vida
En sus palabras centrales del boletín de la Dirección General de Epidemiología correspondiente a la semana 38, el ministro de Salud, Víctor Atallah, aseguró que se trabaja en garantizar acceso a servicios médicos de calidad para los adultos mayores.
“Nuestro compromiso es garantizar que cada persona mayor tenga acceso a atención médica de calidad, apoyo emocional y actividades que fomenten su bienestar integral. Al trabajar en colaboración con familias y comunidades, buscamos crear un entorno inclusivo donde nuestros mayores puedan disfrutar de un envejecimiento activo y digno, contribuyendo con su sabiduría y experiencia a la sociedad”, sostuvo.
“Es importante resaltar que la esperanza de vida se ha elevado en América Latina, aunque ello no implica que consustancialmente lo hayan hecho en paridad con la calidad de vida y salud”, indica el funcionario en el texto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta que “las estimaciones y proyecciones de población de América Latina y el Caribe permiten estimar el impacto demográfico de la pandemia de COVID-19 y muestran que América Latina y el Caribe perdieron 2.9 años de esperanza de vida al nacer entre 2019 y 2021, pasando de 75.1 años en 2019 a 72.1 años en 2021”.
Afecciones comunes en la vejez
Entre las afecciones más comunes asociadas con la vejez se encuentran la pérdida de audición, cataratas, dolores de espalda, osteoartritis, enfermedades crónicas como la diabetes, y problemas de salud mental como la depresión y la demencia. Las principales causas de muerte en adultos mayores son enfermedades no transmisibles.
Además, a medida que se envejece, es más probable experimentar múltiples afecciones simultáneamente, así como síndromes geriátricos que incluyen fragilidad y caídas.
El envejecimiento también presenta oportunidades, ya que las personas mayores pueden participar en actividades significativas si gozan de buena salud. Sin embargo, la mayoría de los años adicionales de vida se pasan con mala salud, lo que afecta negativamente su calidad de vida y contribuciones sociales.
En la búsqueda de adoptar un enfoque integral que reconozca la diversidad en la experiencia de la vejez, evitando estigmas y discriminación, la OMS lidera la “Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030)”, un esfuerzo global para mejorar la vida de las personas mayores mediante acciones que cambien la percepción del envejecimiento, fomente comunidades inclusivas y ofrezcan atención de salud centrada en las necesidades de este grupo etario.
En la República Dominicana, los derechos que se les reconocen al adulto mayor se cuentan en varias legislaciones como son: la Ley No.352-98 sobre la Protección a Personas Envejecientes, misma que crea el Consejo Nacional de Persona Envejeciente (Conape); la Ley 87-01, del Sistema Nacional de Seguridad Social y la Ley General de Salud 42-01, donde se consagran los beneficios a su salud y retiro, además los decretos 1082-04.
El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la República Dominicana ha establecido, mediante la Resolución Núm. 000068, el Programa de Adultos, en el marco del enfoque de Curso de Vida.
Este programa busca mejorar la atención integral de salud para adultos mayores, reconociendo los determinantes sociales de la salud y la importancia de un enfoque basado en derechos humanos.
En el año 2020 se creó una red de apoyo al programa de adulto mayor a través del territorio, denominado punto focal y forma parte de la estructura de las direcciones provinciales, cuya función principal es vigilancia a la situación de salud de los adultos mayores que residen en hogares-asilos y los de la comunidad, a través de visitas domiciliarias, así como jornadas de promoción de estilos de vida saludable.
