La exsubdirectora de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Germania Montás, reconoció que el Estado necesita incrementar sus ingresos fiscales, pero considera que el proyecto de reforma fiscal presentado recientemente es una oportunidad desperdiciada para transformar y modernizar el sistema tributario.
Montás dijo que “Es una reforma de ‘mangos bajitos’”, en referencia a que se está concentrando el grueso de la recaudación en aumentar impuestos a los consumidores y personas físicas, lo que, en su opinión, implica un esfuerzo mínimo de recaudación. Para Montás, esta estrategia favorece lo fácil, pero perjudica la equidad en el sistema tributario.
La exfuncionaria indicó que la reforma podría haber sido aprovechada para corregir distorsiones que complican el cumplimiento y control del sistema actual. Entre las fallas que identificó está el hecho de no reconocer la capacidad contributiva de las personas físicas, lo que impide que se apliquen deducciones que permitan generar renta gravada. Además, mencionó la necesidad de mejorar la productividad del Impuesto Sobre la Renta de las Sociedades.
Incentivos evasión
Montás también criticó la eliminación total de las leyes de incentivos, señalando que no es la mejor decisión. Según ella, algunas de estas leyes pueden ser beneficiosas para la economía si se revisan y ajustan, mejorando el control tributario y eliminando distorsiones en el sistema.
En cuanto a la lucha contra el fraude y la evasión fiscal, Montás afirmó que las propuestas del proyecto no son novedosas y que se basan en disposiciones que ya existen desde 2006. Señaló el tema de que no se hayan presentado mecanismos nuevos o más efectivos para combatir dichos problemas.
La exsubdirectora de la DGII también cuestionó que la reforma se concentre en el Impuesto sobre la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (Itbis), que pasaría a llamarse IVA. Explicó que la reforma planea gravar productos que hasta ahora estaban exentos, afectando principalmente al 40 % del consumo de alimentos de los sectores de menores ingresos.
Destacó la eliminación de los anticipos a pequeños contribuyentes y a las personas físicas, la incorporación de la legislación necesaria para gravar los servicios digitales. Todos los cambios, dijo se realizan para recaudar 1.5 % del PIB. “En caso de que esa estimación se ajuste a la realidad (tengo mis dudas), en caso de que no aumente la informalidad y en caso de que el consumo se mantenga a la altura de las expectativas.