El mes de diciembre marca el inicio de los momentos más emotivos en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (Aila). Los dominicanos con años fuera del país usan de pretexto la cena navideña para reunirse con sus familiares y despedir el año en su tierra, mientras que los de aquí, cargados con ramos de flores, arreglos de globos, y hasta cervezas, los esperan a la salida para fundirse en un abrazo que habla sobre el tiempo sin verse y las veces en las que se echaron de menos.
Este domingo, a días para la cena del 24 y el feriado por el Día de Navidad, la escena en el aeropuerto de Santo Domingo no era diferente.
Los extremos del pasillo por donde desfilan los pasajeros estaban atestados de personas que esperaban pacientemente la salida de sus familiares, corriendo a su encuentro apenas los divisaban a través del cristal de la puerta, que separa el interior del aeropuerto del territorio dominicano.
Los gritos de emoción, las risas y los abrazos fuertes, incluso alguna que otras lágrimas, tanto en los que llegaban como en los que viven aquí, marcaron estos encuentros que para algunos es el primero en más de una década.
Tal es el caso de Iris Taveras, quien regresa al país por primera vez en 14 años. La dominicana fue recibida con un largo abrazo por quien la esperaba y entre risas caminaban hacia la salida con el fin de “disfrutar en familia” en honor al tiempo que los pasó extrañando, mientras hacía vida en Orlando, Florida.
La dominicana agradeció a Dios el haber llegado con bien a su tierra tras un largo per[íodo y puso en manos de la providencia los planes de ella y todas las personas para esta Navidad, para que todo salga bien y sin lamentos.
Cerca del mediodía, habían arribado al Aila varios vuelos desde Miami, Orlando, Nueva York, en Estados Unidos, así como de Panamá, Aruba, y otros países.
Otra dominicana que regresa al país tras varios años de ausencia fue Anyi, la joven maestra de 22 años que lleva seis viviendo en los Estados Unidos, el mismo tiempo que tenía sin venir a su tierra.
Actualmente residente en Washington, DC, la joven dominicana fue recibida por un grupo de familiares y conocidos que no podían contener las sonrisas que se expandían por sus rostros de la emoción de tenerla de regreso. Ella misma se veía contenta de estar devuelta en su país, a pesar de la lágrima que se asomaba detrás de sus anteojos.
En estos seis años fuera de su patria, Anyi dice que extrañó todo, pero principalmente su familia y la comida, y por eso regresa para estar con ellos y disfrutar de estas fiestas en su compañía.
Chantal González, otra dominicana radicada en Estados Unidos que actualmente reside en Tampa (Florida), vino en compañía de varios miembros de su familia, quienes fueron recibidos por un “batallón” de gente, que se turnaban para abrazarlas y besarlas, mientras hablaban y repartían vasos de cerveza.
Chantal tenía dos años que no venía al país y aprovechó las festividades de fin de año para pasar unos 14 días en familia, antes de regresar a su rutina en Estados Unidos, donde la esperan su trabajo y sus estudios.
Ramona Ortiz, residente desde hace 13 años en Panamá, regresa al país tras un año en el que estuvo ausente y echó de menos a sus padres, a su esposo y sus hijos. Pero en estas navidades espera pasarla bien y gozar mucho en compañía de sus seres queridos. .
Para Raquel, una quinta dominicana consultada por DL USA y que lleva nueve años residiendo en Orlando, Florida, regresar al país significa pasarla bien con su familia, con sus amigas, con su gente.
La joven, que es asistente médico en Estados Unidos, no dejaba de sonreír y no cabía en sí de la emoción por todos los planes que tiene para Navidad y fin de año en el país, a pesar que apenas hace un año había estado en el país.
Estas navidades también serán históricas para esta dominicana, que tiene “algo muy bonito para su familia” y que espera celebrarle el primer aniversario en tierra dominicana a su pequeña “con una fiesta bien grande” rodeada de los miembros de su familia extendida.
Los platos navideños que no pueden faltar
La cena tradicional dominicana para las fiestas navideñas está compuesta de una diversidad de platos, que varían en presentación y cantidad de familia en familia. Sin embargo, hay algunos que los dominicanos en la diáspora consideran que no pueden faltar.
Para Iris, a pesar de la “tanta comida que se cocina aquí (el país)” en esta época, los platos infaltables son el arroz con guandules, el pernil o pierna de cerdo y los pasteles en hojas.
Anyi coincidió con su compatriota y señaló el moro de guandules y el cerdo como los imprescindibles en una mesa dominicana para la cena navideña.
En el caso de Chantal, ningún componente de la cena navideña del país puede faltar, para ella “todo” es necesario, pero lo que no se puede quedar es el pollo y el arroz.
Ramona, que se dedica al cuidado de personas mayores en Panamá, considera que a un menú dominicano para Navidad no le puede faltar el cerdo, la lasagña y la telera.
El cerdo vuelve a ser mencionado como uno de los platos que no pueden faltar, en esta ocasión por Raquel, que también incluyó en esta categoría al moro de guandules y los pasteles en hoja.
Casi tres millones de dominicanos han fijado su residencia oficial en el extranjero, siendo Estados Unidos el lugar con la mayor cantidad de dominicanos con más de 2.3 millones de nacionales en su territorio.
Florida es el tercer estado con la mayor cantidad de dominicanos con 309,060, detrás de Nueva York (907,320) y Nueva Jersey (368,760).
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